top of page

Como lograr tus sueños


Tu niñ@ intern@ es una parte que habita en ti. Conectándote con esa parte, vas a lograr transformar completamente tu vida.

Hay un relato de Jorge Bucay en su libro “El camino de la autodependencia”, que dice así:

“Una vez, caminando por la Rambla, encontré en una librería de viejo (una de esas librerías que venden libros usados, viejos y descontinuados) un libro titulado Crecer jugando, de una escritora marplatense que, creo recordar, se llama Inés Barredo. Lo compré porque leí las dos primeras páginas y me pareció espectacular (confieso que el resto del libro no me pareció tan espectacular, pero ese comienzo me marcó). Fue como eso de estar preparado para que algo suceda y sucede justo cuando uno está preparado.

El libro decía algo así:

Cuando cumplí nueve años estaba muy preocupada por saber cuál era el cambio que se iba a producir en mi cuerpo entre los ocho y los nueve. Así que me levanté temprano el día de mi cumpleaños para ir corriendo al espejo y ver cómo había cambiado. Y me sorprendí porque no había cambiado nada, fue una gran decepción. De modo que fui a preguntarle a mi mamá a qué hora había nacido yo y ella me informó que había nacido a las 4.20. Así fue que desde las cuatro hasta las cinco me quedé clavada frente al espejo mirándome para que se operara el cambio de los ocho a los nueve, pero el cambio no se produjo. Concluí entonces que quizá no habría cambio de los ocho a los nueve, quizá el cambio sucediera de los nueve a los diez. Entonces esperé ansiosamente un año. Y la noche anterior al día que iba a cumplir diez, me quedé despierta; no dormí un poquito y me quedé frente al espejo para ver cómo amanecía. Y no noté nada. Empecé a pensar que la gente no crecía, y que todo eso era mentira, pero… Veía las fotos de mi mamá cuando era chica, y eso quería decir que ella había sido como yo alguna vez y se había vuelto grande. Y entonces, no podía explicarme cuándo sucedería ese cambio. Hasta que un día –dice la autora en la segunda página de su libro- me di cuenta de cuál era el secreto. Cuando cumplí nueve años, no dejé de tener ocho; cuando cumplí diez años, no dejé de tener nueve; cuando cumplimos quince, tenemos catorce, y doce, y once y diez, y nueve, y ocho, y cinco, y … Cuando cumplimos setenta, tenemos sesenta y cincuenta, y cuarenta, y doce, y cinco, y tres, y uno.

Cómo no conservar actitudes de aquellos que fuimos –digo yo- si en realidad siguen viviendo adentro de nosotros.

Seguimos siendo los adolescentes que fuimos, los niños que fuimos, los bebés que fuimos.

Anidan en nosotros los niños que alguna vez fuimos.

Pero…

Estos niños pueden hacernos dependientes.

Este niño aparece y se adueña de mi personalidad:

Porque estoy asustado,

Porque algo me pasa,

Porque tengo una preocupación,

Porque tengo miedo,

Porque me perdí,

Porque perdí de mi vida…

Cuando esto sucede, la única solución es que alguien, un adulto, se haga cargo de mí. Por eso es que no creo en la independencia.

Porque no puedo negar ese niño que vive en mí.

Porque no creo que ese niño, en verdad, se pueda hacer cargo de sí mismo.

Creo, si, que también hay un adulto en nosotros cuando somos adultos.

Él, y no otro adulto, se hará cargo del niño que hay en mí.”

Previo a las sesiones de Niñ@ Intern@ de Freedom Healing, sanas la relación con tus padres y tu prototipo de pareja para convertirte en el mejor padre, la mejor madre y la mejor pareja para tu Niñ@ Intern@. Cuando comienzas esta sesión logras conectarte aún mas con ese niñ@ intern@ y logras lo que dice Jorge Bucay, que sea tu parte adulta la que se haga cargo del niñ@ que hay dentro de ti.

Esta sesión, para mí, es una de las mas potentes del sistema. Es muy probable que sea porque para llegar a esa sesión pasamos por 4 sesiones anteriormente, pero también tiene que ver con el hecho de que es la sesión donde te enfocas en co-crear la realidad que realmente deseas para ser feliz.

Hace unos 5 años atrás, cuando recién comenzaba con este proceso de canalizar las sesiones del programa Fenix y Freedom Healing, recuerdo que dicté un curso sobre el Niñ@ Intern@ y que finalizaba con la realización de compromisos para hacer feliz a mi niña interna. En una de las frases puse: “Yo me comprometo con la vida a ir a las Islas Galápagos en la próxima promoción de LAN”. Eso fue un día domingo y el día martes me llega un correo de la aerolínea que en ese entonces era Lan Chile, que decía: “Destino del mes: Ecuador”. Como era una promesa que mi parte adulta le había hecho a mi niña, abrí el correo, llegué a la página web y fui a las promociones. Por “esas cosas de la vida”, tenía millas suficientes para canjear el ticket. Pagué sólo 80 dólares de impuestos. A los 4 meses, volé desde Santiago, Chile, hasta Guayaquil, Ecuador, y desde ahí hasta Baltra, una de las Islas Galápagos.

Fue un viaje fantástico. Los viajes a la naturaleza, la belleza que nos brinda, te llenan el alma, no se compara con lo que los seres humanos podamos crear.

Galápagos es naturaleza pura. En ese viaje le perdí el miedo al mar: es imposible no nadar en esa agua cálida y cristalina. Si no te molesta caminar entre iguanas para llegar al agua en la playa, es un destino que vas a disfrutar.

Nadar con tortugas gigantes en estado natural, es una de las mejores sensaciones que he tenido en mi vida. Pensar que tienen mas de 150 años es fuerte. Tuve la fortuna de que una tortuga se colocó al lado mío mientras yo estaba haciendo snorkel. La toqué y pensé “ella ya había nacido cuando se inventó el teléfono”.

Además de esa experiencia de ir a Galápagos, tengo 3 experiencias interesantes con mis sesiones de Niño Interno. Cómo me gusta dar el curso avanzado en forma personalizada, mis estudiantes me hacen la sesión a mí para practicar.

En una sesión con Miroslava de Arizona, USA, durante una meditación, me vi pintando. Desde que había terminado de editar la primera edición de las cartas de Freedom Healing, a mediados del 2014, no había vuelto a hacerlo. Además en ese momento sentía que los colores y la forma de las cartas que usaba de Freedom Healing me habían aburrido. A la semana de la sesión comencé a pintar nuevamente y en un lapso de 10 días tenía los patrones de las nuevas cartas de Freedom Healing, que saldrán a la venta durante el 2019.

En otra sesión con Patricia de Bogotá, Colombia, sentí que quería ir a conocer una playa de Chile que se llama Matanzas, a unas 3 horas de Santiago. La sesión la hicimos un día jueves santo (estábamos en Semana Santa) y me comprometí a ir el 26 de Abril. Soy muy estructurada y hago las cosas con tiempo, entonces según mi agenda, podía ir ese sábado, para lo cual faltaba como un mes. El sábado santo por la mañana recibo el llamado de un amigo que me dice: “¿Quieres ir a conocer Matanzas? ¿Vamos?. Te paso a buscar en una hora”. Él sabía que yo quería ir. Entonces mi viaje planeado para el otro mes, de ir en bus hasta Matanza pasó a ser un viaje a los dos días de la sesión, en auto y financiado por mi amigo. Un viaje y un lugar muy hermoso, como casi todas las playas de Chile.

En otra sesión, esta vez con Fernanda de Neuquén, Argentina, uno de los deseos de mi niña interna era leer algo de ficción, específicamente leer un libro de Hernán Rivera Letelier, uno de mis escritores chilenos favoritos. Terminando la clase y mientras conversaba con Fernanda sobre la vida, compro en el sitio web de una librería cerca de mi casa uno de los libros de este autor que no había leído. Eso fue un día miércoles por la tarde. El viernes voy a la librería a retirar mi compra y al llegar veo un anuncio que decía “el día sábado Hernán Rivera Letelier firmará libros en esta tienda”. Sentí que mi niña interna saltaba de felicidad al saber que tenía la posibilidad de conocer a mi autor favorito personalmente.

Lo gracioso del encuentro con Rivera Letelier fue que a él le sorprendió mi nombre. Me contó que su hija también se llama Silvina y que él durante años estuvo muy orgulloso porque estaba seguro que ese nombre lo había inventado él. Y cuando su hija tenía como 15 años se dio cuenta de que en Chile es desconocido, pero que en Argentina somos miles las Silvinas.

El trabajo con el Niñ@ Intern@ es poderoso. El ciclo de sesiones lo hace aún mas poderoso porque primero empoderamos a nuestros padres internos para que ellos puedan sostener a ese niñ@.

Cuando lo sientas y puedas, conéctate con algún terapeuta avanzado de Freedom Healing (o conmigo) y disfruta de esta experiencia.


259 visualizaciones1 comentario

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page